Cuando el árbitro Enrique Osses señaló el centro del campo de juego del estadio El Campín, en las tribunas se vieron rostros que dibujaron alegría, satisfacción; muchos se reunieron, se abrazaron y brincaron, tal y como lo hicieron los jugadores y el cuerpo técnico de Santa Fe liderado por Gerardo Pelusso, y otros llegaron hasta el llanto.
El 0-0 entre los 'cardenales' y Sportivo Luqueño, que significó el paso de los santafereños a la final de la Copa Suramericana, se sufrió en las gradas del escenario capitalino.
Durante los 90 minutos se vivieron momentos de tensión, incertidumbre y de nervios cada vez que los paraguayos intentaron lanzar el balón por los aires buscando llevar peligro al arco custodiado por Robinson Zapata. También se 'pidió' al cielo para el reloj corriera más rápido de costumbre y cada vez que los 'gladiadores' de Pelusso chocaron con sus rivales de Paraguay.
Antes de finalizar el compromiso, el gol de Ómar Pérez de tiro libre desató instantes de euforia, pero eso se desvaneció en segundos cuando el árbitro Osses decidió anularlo...La noche dio para todo.
Cada uno de los más de 30 mil espectadores que llegaron a El Campín, empujó, aplaudió y jugó su propio partido. La presión para Sportivo Luqueño empezó desde que sus jugadores aparecieron en el terreno de juego. Las bombas blancas y rojas adornaron la noche capitalina y la algarabía se sintió desde antes de que se moviera el balón.
Al final, el pueblo del 'Expreso' tardó en abandonar el estadio, las arengas no se hicieron esperar y la ilusión de alzar un trofeo a nivel internacional está más latente que nunca. Ahora, a recargar energías, porque con este Santa Fe protagonista sigue otro juego de definiciones por la Liga Águila frente a Junior el próximo sábado.
¡Es hora de gozar y soñar!
Redacción Futbolred
Los hinchas de Santa Fe festejaron el paso a la final de la Copa Suramericana.
Foto: Héctor Fabio Zamora/ETCE