Así es Gabriel Ochoa Uribe, el DT más ganador del fútbol colombiano

El entrenador dejó huella en América, Millonarios y Santa Fe; entre otros equipos.

Gabriel Ochoa Uribe

Gabriel Ochoa Uribe es el técnico más ganador del fútbol colombiano.

Foto: Archivo ETCE

En esta noticia

  • Enviar
  • Guardar
  • Comentar
15 de agosto 2018 , 06:53 a. m.

Dicen algunos de los jugadores que pasaron por sus manos en la década de los 80 –algunos de ellos conocidos como ‘Los Pitufos’ en su momento–, que difícilmente en el fútbol colombiano podría haber un técnico más estricto que el médico Gabriel Ochoa Uribe, y con toda certeza, uno de los argumentos para haberse convertido en el más exitoso en 70 años de historia de nuestro balompié.

Y esa disciplina que implantó en los equipos que condujo (Millonarios, América y Santa Fe) lo llevó a encabezar 14 vueltas olímpicas, otra marca que permanece perenne. Actualmente tiene 88 años (nació en Sopetrán el 20 de noviembre de 1929), pasó su infancia y adolescencia en Medellín, pero ha sido Cali su casa desde hace 39 años. Lamentablemente, ha ido perdiendo un poco su brillante memoria, y por recomendación de su familia, habla poco ante los medios, pero su hijo Germán Alberto, también galeno, hace las veces de un excelente interlocutor.

Retrocediendo en el tiempo aparecen aspectos muy bonitos. A sus 17 años de edad disfrutaba en la capital antioqueña de una tradición de familia que se ha mantenido hasta las nuevas generaciones: montar a caballo, pero la vida le cambió cuando América lo contrató como arquero, en 1946.

Puede decirse, sin temor a equivocaciones, que la presencia del estratega paisa cambió la historia del popular conjunto escarlata: Acabó con la ‘maldición de Garabato’ –a la que atribuyen que América no podía ser campeón- para ganar la primera estrella en 1979, al vencer 2-0 a Unión Magdalena en Cali, además de otros seis títulos nacionales (cinco consecutivos entre 1982 y 1986, y el de 1990 -echando al traste con una frase que hoy es muy común: la maldición del campeón-, siendo el entrenador con más campeonatos en un mismo equipo) y tres subtítulos de Copa Libertadores (1985, 1986 y 1987).

Como si fuera poco, en Millonarios ganó seis coronas como técnico: 1959, 1961, 1962, 1963, 1967 y 1972, con un plantel de grandes figuras como Marino Klinger, Pablo Centurión y Delio ‘Maravilla’ Gamboa en el conocido ‘Ballet Azul’. Dio un paso al costado en 1964 y dos años después le dio su cuarta estrella a Santa Fe, una colección que envidiaría cualquier profesional de los banquillos.

Esos logros le permitieron cumplir otro sueño, dirigir la Selección Colombia en las Eliminatorias Suramericanas, aunque no pudo ir al Mundial en sus tres intentos: 1959, 1963 y 1985. En su última intervención, en el juego de repechaje ante Paraguay el 3 de noviembre de 1985, la sede del partido fue el Pascual Guerrero, pero no alcanzó la victoria 2-1 del combinado tricolor, que tuvo a Carlos Fernando Navarro Montoya, Carlos Valderrama, Alex Escobar, Willington Ortiz y Ánthony de Ávila entre los titulares.

Sin embargo, nadie mejor que su hijo, el también galeno Germán Alberto Ochoa, para que describa a quien lleva el rótulo como el entrenador más ganador del balompié nacional. “Un hombre muy disciplinado y supremamente religioso, siempre normativo y ético en todas sus conductas, médico especialista como en el deporte, supremamente exigente con el rendimiento deportivo de sus atletas, el que no entrenaba no jugaba, siempre con la filosofía de ‘que ganar no es lo es todo, es lo único’, su arenga para los deportistas era que ganar era la única opción que tenían, ‘entre más se trabaja, más logros obtenemos’, les decía. ‘Entre más trabajo, Dios me premia más’, todavía lo manifiesta con mucha frecuencia”.

Sus palabras de elogio y admiración hacia su progenitor no terminan: “Un hombre muy cariñoso y solidario con los más necesitados, con los más pobres, un hombre inteligente, profesional en la medicina del deporte a nivel nacional muy importante de la rodilla, excelso en su época y un adelantado absoluto de las estrategias del deporte, un adelantado en el diseño estratégico del tres en línea, el líbero doble stopper, sistemas de juego que en la época nadie conocía y él diseñó y aplicó con muy buenos resultados, sobretodo en su última fase en el América de Cali.

Hombre integral, de una sola pieza, no negociaba sus principios básicos, religiosos y morales, pero al mismo tiempo complaciente, cariñoso y amoroso, con mi madres, mis hermanos y conmigo, un ser especial, un ser por encima de lo habitual, un ejemplo de vida y de superación, de disciplina, de trabajo”.

Su etapa como jugador activo

Tras su paso durante dos años por el América de Cali pasó a Millonarios, en plena ‘Época del Dorado’, ganando cuatro títulos en 1949, 1951, 1952 y 1953, y el trofeo de un encuentro en las Bodas de Oro del Real Madrid (30 de marzo de 1952) al vencerlo 4-2, en la primera salida de un equipo colombiano a territorio europeo.

Precisamente, en 1952 tuvo que reemplazar en la plantilla albiazul al histórico Alfredo Di Stefano, que se había enfermado un día antes de un partido en Bucaramanga y estaba escasa la lista de suplentes. Ochoa Uribe, actuando como delantero, anotó uno de los goles con que Millonarios derrotó 7-1 al conjunto ‘leopardo’, convirtiéndose en el primer guardameta en marcar en el país.

En 1954 escribió otra faceta importante de su vida. Se fue al América de Río de Janeiro, donde estuvo dos años, pero paralelamente hizo especialización en Ortopedia y Traumatología Deportiva, sumándola a su profesión de médico de la Universidad Javeriana de Bogotá. Durante muchos años fue reconocido como uno de los grandes especialistas en cirugía de rodilla del país. Y como lo que se hereda no se hurta, su hijo Germán Alberto es una eminencia de la ortopedia y también trabaja con el América de Cali.

Gabriel Ochoa Uribe

Gabriel Ochoa Uribe también consechó grandes logros como jugador profesional.

Foto: Archivo ETCE

Hace un año, esto manifestó en una entrevista a EL TIEMPO

¿Qué añora de dirigir al América?
La afición, el estadio. Tengo recuerdos preciosos del América de los años 80 y 90.

¿Y de Millos?
A mis compañeros, todos estrellas... El ‘ballet azul’, el mejor equipo de El Dorado.

¿Cuál es su mejor recuerdo como director técnico?

La conquista de títulos con América, Millonarios y Santa Fe.

¿Cuál decisión fue mejor, estudiar medicina o hacerse técnico?

Es una pregunta muy difícil. Sin duda, mi formación académica y mi estructura profesional fueron definitivas en mi vida. Sobre todo, me sirvió mucho hacer la especialidad en Ortopedia y Traumatología, porque me permitió tomar decisiones acertadas en los momentos justos. Creo que recibí un regalo de Dios y fue haber podido hacer la medicina de la mano del fútbol.

Marco Antonio Garcés
Corresponsal Futbolred Cali
En twitter: @marquitosgarces

Síguenos en nuestras redes
Comentar
Guardar

Recomendados

  • Liga BetPlay
  • Fútbol Femenino
  • Selección Colombia
boton left
boton right