A Radamel Falcao García le llegó su esperado Mundial y lo vivió como solo él podía hacerlo. Fue el capitán de la Selección Colombia, a la que nunca le negó ni un solo de su esfuerzo y por la que batalló en cada centímetro del campo.
Aunque siempre muy solo en el frente de ataque, Falcao siempre estuvo dispuesto y prístino para vestirse como héroe de Colombia. Esa banda de capitán en su brazo izquierdo nunca le pesó.
“Aproveché y disfruté cada instante durante el Mundial, siempre di lo mejor por el equipo”, dijo como despedida de Rusia.
Aún no está claro sí será su última oportunidad para alzar la Copa del Mundo, pues con 32 años parece difícil que esté para Catar. Eso sí, aún le queda la Copa América del 2019 para buscar un título con la Selección Colombia.
“Fuimos un equipo muy competitivo, hemos mostrado la evolución de la mentalidad del futbolista colombiano, nos vamos frustrados por no ir a la siguiente fase, pero tranquilos por lo logrado”, dijo Radamel.
Y es que cuando el balón no le llegó a sus pies, él fue a buscarlo. Sus movimientos dejaron en jaque a las defensas rivales, que sabían que al frente tenían un ‘Tigre’ esperando por su presa: el gol.
Y ese esperado tanto llegó el 24 de junio del 2018, un día que seguro no olvidará. El balón rodó hasta sus pies y con el borde externo de su derecha la mandó al fondo de la red. Con su grito de gol las lágrimas brotaron y todo un país se embardunó de felicidad. Ese quedará para la historia como uno de los mejores partidos de esta selección.
Su experiencia fue vital para mantener el orden de la Selección. Luego de la derrota contra Japón tomó la vocería y dio el punta pie inicial para la levantada. Previo al juego contra Inglaterra también apareció para ser el referente frente a los medios de comunicación. Él nunca arrugó.
Se fue de Rusia con 377 minutos disputados, con 45.5 kilómetros recorridos. 70 pases correctos. 9 faltas sufridas. Y un gol, un emocionante gol.
