De Inglaterra ’66 a Rusia 2018: Mister Copa Del Mundo

La historia de Jorge Arriola Müller, el hombre que ha ido a 12 Mundiales en su vida

Jorge Barraza

Columnista de Futbolred

Foto: Archivo El Tiempo

En esta noticia

  • Enviar
  • Guardar
  • Comentar
03 de abril 2018 , 05:40 p. m.

Nació en Berlín bajo el signo aterrador de la Segunda Guerra Mundial. Transitaba 1940. Pero sus primeros correteos los dio en Lima. Jorge Arriola Müller es tan peruano como el pisco o el valsecito. Hijo de un estudiante limeño y una universitaria alemana que huyeron con los primeros bombardeos sobre la capital germana, Jorge es un viajero incansable y ha establecido casi un romance con la Copa del Mundo: con la de Brasil 2014 lleva 12 presenciadas. Y ahora va por la trece…

-Tengo 123 partidos mundialistas vistos en el estadio, entre ellos 8 inauguraciones y 10 finales, contando la última entre Alemania y Argentina -dice con orgullo, aunque sin perder su habitual modestia.

No es sencillo asegurar si se trata del hincha latinoamericano con más Mundiales. Se cuenta que en Ecuador hay otros dos con 12 torneos también. Pero si hubiese un concurso al respecto, como mínimo Arriola estaría en el podio.

-Y de haber estado en Lima seguramente hubiera ido a Chile ’62, por la cercanía. Me gustó siempre el fútbol; desde chico, jamás me perdí un acontecimiento futbolístico en el estadio Nacional de Lima. Incluso fui a una final de Europa entre el Real Madrid y el Stade Reims en 1959, en Stuttgart. Pero en el ’62 estaba estudiando en España y eso me lo impidió.
Su cabalgata comenzó en la cuna del fútbol.

-Mi debut fue en Inglaterra ’66, que creo hasta hoy fue el último Mundial de fútbol puro, muy bonito. Fue fantástico llegar a Liverpool en plena época de Los Beatles. En las tribunas generales se miraban los partidos de parado, no había shows preliminares ni nada, era el partido nomás y punto. Hoy, los Mundiales son un espectáculo rodeado de muchos eventos y protocolo. En el ’66 estábamos desayunando con unos amigos en Londres, dijimos “¿Vamos esta tarde a Liverpool a ver Brasil-Portugal…?” Y fuimos. Tomamos el tren, llegamos al estadio, compramos las entradas en el momento, sin tanto trámite, y lo vimos. Así era todo, simple. Y a todos lados se iba en tren.

A los cuatro años le tocó otra cita inolvidable: México ’70. Pero por otra cuestión:

-Fui acompañando a la mejor Selección Peruana de la historia, la de Chumpitaz, Cubillas, Challe, Perico León… Todavía tengo de recuerdo la camiseta de Alberto Gallardo, la de la tarde en que le hizo el gol a Brasil.

Chupo, así le llama todo el Perú, fundó poco después “La Peña de los Jueves”, un encuentro de aquellos cracks incaicos, que todos los jueves, desde hace 35años, se reúnen a jugar un partidito y comer un cebiche, una parrillada.

-Si sería bueno aquel equipo que hasta hoy se aprecian y respetan. Y si el capitán Chumpitaz dice algo, todos lo escuchan y acatan reverencialmente. Esa unidad no existe entre los jugadores actuales, por eso Perú no fue más a los Mundiales desde 1982 hasta ahora.

thumbnail text
Perú vs. Brasil
En México 70, peruanos y brasileños jugaron un buen partido.

Su recorrida tuvo un bache en 1974 que hasta el día de hoy lamenta.

-Fui a la Eliminatoria con Chile, en Santiago, y al tercer partido, en Montevideo. Perú tenía un gran equipo, no era para perder. De la rabia no quise ir a ese Mundial, a pesar de que se jugaba en mi país de nacimiento, y donde estaba una parte de mi familia. No quise porque no iba Perú. Y eso que había ido a los Juegos Olímpicos de Munich en el ‘72. Hoy me arrepiento.

Retomó la senda en Argentina ’78 y desde allí sí, no faltó más.

-Pero no pude ir a muchos partidos porque estaba haciendo estudios superiores; seguí todos los de Perú y una semifinal entre Italia y Holanda. España ’82 fue inolvidable. Era dirigente de Universitario y en esa condición formé parte de la delegación. Conviví con el plantel. Además, era muy amigo de Tim, el técnico brasileño de nuestra selección, un genio.

Chupo ha asistido a varias Olimpíadas, a decenas de carreras de Fórmula Uno, a los torneos de tenis de Wimbledon y Roland Garros, a 8 Rallys de automovilismo, a 8 Eurocopas y 15 copas América, pero su amor verdadero es la Copa del Mundo.

-Un Mundial es lo máximo. Una vez que vas a uno ya no quieres faltar más -dice, como justificándose.

En Johannesburgo se tomó una foto con Bobby Charlton.


-“A usted lo vi en la final de 1966, yo estuve en Wembley”, le dije.

¿Le habrá creído Bobby? Sin embargo Chupo tiene fotos que documentan todo. Y las entradas de cada juego enmarcadas.

-Estuve en el estadio Azteca la tarde de la Mano de Dios. Y también del otro gol de Maradona, donde gambeteó a todos. Creo que fue lo más extraordinario que vi. Más allá de cualquier consideración, Maradona fue una figura cumbre en los Mundiales. Tal vez el último jugador de esos que ordenaban a sus compañeros con el grito de “Dámela a mí”. Había que dársela. Él se encargaba del resto, se ponía el equipo al hombro.

thumbnail text
Gol de Maradona con la mano
Al icónico gol de Maradona se le conoció como 'la mano de dios'.

Según su visión, a partir de Italia ’90, los Mundiales se volvieron un espectáculo diferente, global, con funciones antes, durante y después de los juegos. Trata de ir a la mayor cantidad de partidos posible en cada torneo y tiene memoria de archivo. Posee un récord:

-La tarde de la mano de Dios estuve en el Azteca para ver Argentina-Inglaterra, salí rápido y de ahí me fui a Puebla, que está a unas tres horas, y presencié España-Bélgica, dos partidos en un día. En Italia ’90 ya lo había hecho.

Guarda un recuerdo especial para Corea-Japón 2002, aunque más específicamente por el país de las geishas.

-Japón 2002 fue hermosísimo, una fiesta. Salías del estadio y una fila de jovencitas te saludaban sonrientes, como diciendo “gracias por haber venido”. No como en otras partes donde viene la turba y hay que salir espantado.

Por increíble que parezca, recién en 2006, a los 66 años y después de centenares de viajes por el mundo, incluso por Alemania, conoció Berlín gracias al Mundial.

-Nunca había vuelto desde los dos años, cuando la familia se trasladó al Perú.

No quería estar ausente en Sudáfrica, el primer torneo en África.

-Quería ver eso, es una cultura tan distinta a la nuestra… Fue un Mundial bien organizado, como todos los que hace la FIFA.

Y en 2014 asistió en Brasilia al que considera el resultado más insólito de la historia: Brasil 1 - Alemania 7.


-Los brasileños siempre dicen que por Perú no tienen una copa más, por aquel famoso 0 a 6 con Argentina. “¿Cómo es posible perder así?”, se preguntaban, pero ellos fueron goleados de locales 7 a 1. En el ’78 no hubo nada raro, simplemente Argentina arrolló a Perú, el clima era increíblemente apasionado, un fervor impresionante, y ese respaldo se tradujo en el resultado. Entró un gol, otro, otro más y ya se derrumbó el equipo.

Se queja de los precios de Rusia 2018, para el que ya tiene pasajes y entradas.

-Para ir al Perú-Francia de Moscú a Ekaterimburgo el boleto aéreo me costó 1.300 dólares; 800 para volar a Saransk, donde Perú enfrentará a Dinamarca, y 900 de Moscú a Sochi para asistir al Perú-Australia. No se piensa en el aficionado, el público es el decorado, el Mundial es para la televisión, aunque es lógico, al estadio van 60.000, por TV lo miran 500 millones.

Le preguntamos cómo hizo para hilvanar 12 Mundiales y nos deja una de sus sentencias:

-Mira, un coleccionista, si tiene dinero, puede comprar lo que quiera. Relojes, autos, cuadros, y reunirlo todo en el momento. Esto es diferente: no es difícil ir a doce Mundiales, pero tienes que esperar 48 años.

Síguenos en nuestras redes
Comentar
Guardar

Recomendados

  • Premier League
  • Serie A
  • Liga de España
boton left
boton right