'¡Otra vez yo!' El grito de James que ilustra su peso en Colombia

El 10 de la Selección se recuperó a tiempo para confirmar su rol definitivo en el camino a Rusia.

Vuelve al Bayern pleno de motivación por la clasificación.

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Foto: REUTERS

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12 de octubre 2017 , 10:26 a. m.

Había coincidencia en los días previos al duelo de Lima: James tuvo uno de sus partidos más grises vestido de amarillo en la dolorosa derrota 2-1 de Colombia contra Paraguay que convirtió en un suplicio el duelo de la clasificación contra Perú.

No parecía él. Desordenado, desesperado, desconcertado corría la cancha del estadio Metropolitano, más preocupado por el heroísmo que por el cupo mismo a Rusia. Se notaba mucho porque, como dice el periodista Jorge Barraza, el día de la derrota nadie se queja del lateral, todos miran al 10, al del talento.

Pero James volvió a ser James cuando Colombia más lo necesitaba. Conmovedor fue su sacrificio para vestirse de volante de marca por su costado, para perder la pelota y volver él mismo a recuperarla, para correr y dejar el alma en la cancha del estadio Nacional de Lima. Para él tenía que estar destinado el gol que acabó confirmando el punto del tiquete a Rusia.

“Otra vez yo”, gritaba en la raya, mientras lo rodeaban sus compañeros, una escena que se repitió 6 veces en esta Eliminatoria, en los 6 tantos que hicieron posible el segundo Mundial consecutivo. Seis goles y 4 asistencias hablan del poder del 10, de su influencia, de su papel vital en un equipo que no le tiene reemplazo. Así de sencillo.

El peor James en cualquier club es definitivo en Colombia. Lo sabe y por eso le cuesta tanto ver su número en la paleta de cambios. Lo sabe y no le pesa la responsabilidad. Sabe, entre otras cosas, que sólo aquí es plenamente feliz.

 

Me enseñaron a NUNCA dejar de creer. Vamos mi Colombia querida 🇨🇴

Una publicación compartida de James Rodríguez (@jamesrodriguez10) el 10 de Oct de 2017 a la(s) 9:19 PDT

“Estoy seguro de que va a volver con muy buena onda después de marcar ayer y clasificar a Colombia para el Mundial. Todos sabemos que es un gran jugador y que nos va a aportar mucho”, decía su compañero en el Bayern y traductor simultáneo, Javi Martínez.

Y es de carne y hueso también. Y se fastidia y se equivoca y le duele lo que a todos nos ha dolido: “cuando se fue lo vi bien. Obviamente fue un disgusto (para él) que echasen a Carlo (Ancelotti) porque Carlo es un gran entrenador y una gran persona, pero al final somos profesionales y tenemos que mirar hacia adelante. Él lo sabe”, añadió el hombre del Bayern.

Ahí está su siguiente reto: volver a andar el camino en Múnich y convencer a Jupp Heynckes de que es imprescindible.

Del éxito en esa tarea depende que llegue entero a su segundo Mundial, después de aquella cita brasileña que lo lanzó al estrellato.

Por suerte James, el de Colombia, es capaz de todo. ¡Que se venta Rusia!

Redacción Futbolred  

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