El partido de ida de la semifinal de la Copa Libertadores, entre River Plate y Boca Juniors, todavía ha dado de qué hablar por el triunfo millonario (2-0), por la propuesta defensiva xeneize, y especialmente por el papel del VAR.
La videotecnología influyó directamente en el resultado, pues el único gol del partido fue gracias a un penalti que solo las cámaras y las repeticiones captaron, y que fue aprovechado por Rafael Santos Borré.
Además, el VAR apareció sobre el final del juego para dejar a Boca con diez hombres, pues revisó la jugada de Nicolás Capaldo que mereció la tarjeta roja.
Y en las decisiones más polémicas, el gran protagonista fue el juez colombiano Nicolás Gallo, encargado del VAR y quien actuó de manera rápida y contundente para respaldar al árbitro brasileño Raphael Claus.
La Conmebol dejó ver las conversaciones entre Gallo y Claus en las dos jugadas decisivas del superclásico argentino, dejando bien parado al cafetero, que estuvo presto y acertado.