En el encuentro de ida de la final de la Liga entre Atlético Nacional y Junior, en Barranquilla, Franco Armani cometió una gran equivocación: en su afán por que los suyos fueran por el empate, pues jugaban mal y caían 1-0, se apuró al momento de sacar y no vio que Alexis Henríquez estaba de espaldas.
Édinson Toloza no dudó, tomó el balón y concretó el 2-0. La cara de desazón del golero fue evidente. Luego, con la madurez que lo caracteriza, asumió su responsabilidad y se la restó al defensa. La voz de aliento del cuerpo técnico y el resto del plantel fue fundamental para pasar ese trago amargo.
"Agradezco a mis compañeros por el apoyo. No fue fácil al otro día, después de cometer ese error, levantarme. Pero el apoyo que todos me dieron hizo que este domingo estuviera de la mejor forma en el arco", aseguró el cancerbero tras logra el título número 15 de Nacional.
De ser resistido en un comienzo por la afición, pasó a ser pieza clave de la nómina base de Reinaldo Rueda y los seguidores del elenco paisa se lo reconocieron cada vez que defendió el arco. "Le dedico este campeonato a toda mi familia y a toda esta hermosa hinchada, que siempre nos acompañó y alentó. Un agradecimiento muy grande para ellos, porque mitad de este título es de ellos", agregó.
Armani confesó que en la previa analizó cómo pateaban los dirigidos por Alexis Mendoza y antes de los penales lo hizo nuevamente. "Traté de adivinar y jugármela. Esto lo conseguimos gracias a nuestro buen juego, captamos muy rápido lo que quería el profesor Reinaldo", concluyó el argentino, quien atajó dos cobros de los futbolistas 'tiburones' en la definición desde el punto blanco.
Juliana Sosa Góngora
Corresponsal Futbolred
Medellín
En Twitter: @julysosag
Franco Armani, figura de Atlético Nacional.
Foto: David Sánchez/EL TIEMPO