El juego del desconcierto: la apuesta mundialista de Pékerman

El técnico argentino suele esconder una carta en los partidos de Colombia en los Mundiales.

Pékerman y Quintero

Juan Fernando Quintero ha sido la carta de José Pékerman para este Mundial.

Foto: Mauricio Moreno/CEET

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28 de junio 2018 , 06:54 a. m.

Ha sido una constante en las declaraciones de los jugadores colombianos, no de ahora sino desde Brasil 2014 y en los dos partidos que van de Rusia 2018: “vamos a seguir nuestro plan”.

Hablan de lo que el técnico José Pékerman propone, con meses de anticipación, casi desde el momento mismo del sorteo en el que conoce los rivales. Si hay algo que no se le puede reprochar es esa planificación al detalle, ese conocimiento del rival y de sus propias posibilidades.

La historia comienza en Belo Horizonte, hace cuatro años, frente a Grecia (triunfo 3-0). Una alineación tipo, con Ospina; Zúñiga, C. Zapata, Yepes, Armero; Sánchez, Aguilar; James, Cuadrado, Ibarbo y Teófilo era en sí misma una novedad, pues nadie veía a Colombia como una candidata a pasar con tanta suficiencia la primera ronda del C.

Ibarbo era, en aquella lista, una cara nueva para los hinchas, que no lo tenían muy claro en el radar de la eliminatoria peor se explicaron rápidamente su presencia: altura contra los espigados griegos, choque, salida rápida por izquierda, media distancia. Cumplió.

Para el siguiente duelo contra Costa de Marfil, la sorpresa fue Quintero, no entre los titulares sino como alternativa. Colombia luchaba la primera etapa y tomaba precauciones con la rapidez de los africanos –que eran llamados a ser equipo revelación, con Drogba a la cabeza- y en el complemento, apostaba por el triunfo con una carta tapada: Juan Fernando Quintero.

El antioqueño llegó al minuto 53 y los africanos no lograban controlar su velocidad mental, más que sus 1,69m de estatura. Llegó el gol de James al minuto 64 y al 70 el pequeñito de la nómina, en edad y amaño, sentenció el partido con un golazo. Descontaría Gervinho (73) y habría que acudir a Arias y Mejía para reforzar la marca, pero la clasificación a octavos estaba asegurada.

Pékeman en el Mundial de 2014

El entrenador argentino ha hecho varias apuestas con la Selección Colombia.

Foto: Mauricio Moreno/CEET


¿Qué decir del partido contra Japón? En Cuiabá se ha dado tal vez el más sorprendente golpe al tablero en la era Pékerman: ¡ocho cambios! Se mantuvieron, de la nómina tipo, solo Ospina, Armero y Cuadrado pero fueron titulares Arias, Guarín, Mejía, Álvarez Balanta, Ramos, Quintero, Jackson y Valdés.

Y se ganaba con penalti de Cuadrado desde el 17, y Jackson tendría su tarde memorable en aquel intenso calor brasileño con doblete (55 y 82) y James, que había llegado para el segundo tiempo a poner orden, celebraba el 4-1 definitivo.

Vendría la noche mágica del Maracaná contra Uruguay y el partido redondo que no se jugaba hasta la noche del 24 de junio en Kazán. Hace cuatro años, Colombia apostaba por primera vez en la Copa a atacar con dos delanteros: Teófilo Gutiérrez y Jackson Martínez.


El mejor gol de aquella cita lo marcaría james al minuto 28 y eso le daría a Teo un papel protagónico: lo suyo fue más de salir del área para chocar con los fuertes uruguayos y abrir espacio a la maravillosa zurda del 10, que ya era el en ese momento la revelación del torneo. Al 50

llegó el segundo de James, la tranquilidad y la euforia de vencer al campeón mundial en el mítico estadio de Río de Janeiro. Otra sorpresa ganadora de Pékerman.

Para los cuartos de final, a los que Colombia llegaba contra todo pronóstico, Guarín era la gran novedad en el medio, por encima de Aguilar, que firmaba un torneo impecable. Llegaría por media distancia y pro asociación en al izquierda con Ibarbo, que tenía dos partidos sin jugar pero había demostrado ser fuerte en la marca y rápido en la salida. Aquella noche en Fortaleza se atacó con Cuadrado, James, Ibarbo y solo Teo arriba y no se pudo. Ni aún con el auxilio de Ramos y Bacca sobre el final.

Pékerman en el entrenamiento

El entrenador argentino dirige actualmente su segundo Mundial con Colombia

Foto: Mauricio Moreno/CEET

La historia de las sorpresas se repetiría cuatro años después, en Rusia 2018. Y vaya que se han dado golpes en la mesa…

Para el debut, Pékerman apostó por los debutantes. Es verdad que no tenía a James y que Quintero se apuntaba por obligación su segunda titularidad en los Mundiales, pero el ensayo, que era ambicioso, salió mal. Lerma, Murillo, Davinson e Izquierdo fueron las apuestas, además de Mojica (titular ante la lesión de Fabra).

La expulsión de Sánchez al minuto3 cambió por completo el plan y obligó incluso al sacrificio de uno de los inamovibles, Cuadrado, al minuto 31. La caída fue inevitable.

Había que dar otro golpe de autoridad y el DT, que esta vez privilegió el fútbol sobre todo lo demás, habló fuerte: James y Quintero, los dos volantes creativos de Colombia, jugaron juntos desde el vamos.

El equipo atacó con el 3-1 de siempre, pero con James tapando la izquierda y Juan Fernando más el 10. Mucho trabajo en respaldo para Barrios y Mojica, pero al final un partido inolvidable, de puro fútbol y técnica y ambición.

Viene Senegal y es, como dicen los jugadores, otra final. ¿Qué sorpresa tendrá preparada esta vez el técnico José Pékerman? La historia volverá a escribirse en Samara, este 28 de junio.

Jenny Gámez A.
Editora de Futbolred
Enviada especial a Rusia
En Twitter @jennygameza

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