Avanza la Premier League y se siguen bajando los competidores de un Liverpool que hoy, aunque faltan meses para la conclusión del torneo, no tienen cómo atravesarse en su camino al título.
Uno de ellos es el millonario Manchester City, que en la temporada anterior fue la pesadilla de Klopp y los suyos.
El técnico Pep Guardiola sintió el golpe del empate 2-2 contra Crystal Palace este fin de semana y por eso ya su discurso no habla de cacería sino, más bien, de resignación.
"Tenemos que seguir. A esta temporada aún le quedan muchos partidos por jugarse y tenemos que tratar de asegurar el billete a la próxima Liga de Campeones", dijo el prestigioso entrenador después del traspié.
Guardiola y sus pupilos siguen vivos en las dos copas inglesas y en la Champions League, donde se medirá a Real Madrid, y parece aferrarse a eso para salvar la temporada. A los demás, aparentemente, ya renunció...